Piel grasa y acné, ¿es lo mismo?
Las espinillas (o puntos negros) y los microquistes blancos (los granitos) aparecen normalmente en la frente, el mentón y alrededor de la boca y los orificios nasales (la famosa zona T de la que hablan los dermatólogos) debido a un desarrollo bacteriano anormal: el exceso de sebo. Sin embargo, esto no tiene por qué deberse a una piel grasa.
Aunque por lo general las pieles que desarrollan acné son las pieles grasas, también una piel seca puede sufrir este problema, al igual que existen pieles grasas que no tienen ni un granito. Y es que el sebo es segregado de forma natural por todos los tipos de piel, ya que su función es luchar contra las diferentes agresiones externas. El problema es que a veces esta secreción puede llegar a ser demasiado abundante y obstruir los poros, dando lugar a la formación de puntos negros y pequeños brotes de acné.
Para evitarlo es fundamental mantener una rutina de belleza constante, en la que no falte una buena limpieza diaria, pero tampoco la hidratación, pues su falta podría provocar un efecto rebote y que la piel produzca más grasa para suplir esa necesidad. Así, podremos lucir una piel perfecta como la de nuestras celebs favoritas.
El exceso de sebo en la mujer adulta
Ésta es una afección cada vez más común en la mujer adulta. El origen es diferente del de aquellos granitos adolescentes: desajustes hormonales y agresiones del día a día. El tabaco, el estrés, el cansancio, la contaminación, la alimentación o incluso el uso de productos cosméticos son los responsables de de la piel produzca más grasa y favorezca la aparición de granitos.
El exceso de sebo también puede verse favorecido durante las semanas anteriores a la menstruación o cuando se utilizan anticonceptivos a los que nuestro cuerpo aún no se ha acostumbrado. De hecho, hay anticonceptivos a base de acetato de ciproterona o norgestimato que pueden reducir el acné, mientras que otros (a base de levonorgestrel) provocan el efecto contrario.
Higiene para la piel grasa
Una piel sana y bonita solo se consigue con una higiene impecable. Lavarse bien la cara por la mañana y por la noche, y aplicarse a continuación una crema hidratante son gestos muy sencillos y muy importantes, pero no son los únicos.
Las pieles con tendencia acnéica o exceso de grasa necesitan además otros productos que pueden ser menos necesarios en otro tipo de pieles como los tónicos, y utilizar con mayor frecuencia exfoliantes y mascarillas específicas.
El tónico reequilibrará la piel después de la limpieza y la preparará para la hidratación. Los exfoliantes, por su parte, ayudan a eliminar la piel muerta, suavizando su superficie y eliminando de ella todas las impurezas, mientras que las mascarillas (astringentes) controlan la producción de sebo.
Los mejores productos para pieles grasas
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