Repito el post dejado en seccion Hogar, porque creo que quizá encaje más aqui?
Me siento en la obligación de hacer que se conozca el tratamiento que estoy recibiendo de Jeep-Fiat y su concesionario Tayre y la baja calidad de sus coches y su servicio post venta.
Resumiendo mucho, he comprado un coche Jeep nuevo, que nada más salir del concesionario empezó a dar problemas electrónicos; no funcionaba el teléfono, el ordenador se ponía en italiano, no se oía la música, la radio se ponía en el volumen máximo de repente, y también temas más graves como que se desconectaban los airbags, no arrancaba, y un largo etcétera. Desde que lo compre entro en taller cuatro veces en menos de tres meses, con vacaciones por medio en los que no lo cogí.
La última vez pedí ver a los responsables de Tayre, su director comercial y el director de servicio postventa, que hasta entonces no me habían ofrecido ningún tipo de ayuda ni se habían dignado a hablar conmigo. Su respuesta fue que al coche no le pasaba nada (aunque le cambiaron en una de las visitas el ordenador de a bordo).
Lo más gracioso es que a los pocos días recibí una carta de Jeep pidiendo revisión del vehículo por temas de seguridad. Tremendo
Por si no fuera poco, como no quería recoger el coche, porque sinceramente me da miedo llevar a mis hijos al colegio en el, me mandaron un burofax en tono amenazante diciéndome que me iban a cobrar por cada día que el coche pasara en sus instalaciones. Sinceramente, no me parece tratamiento para una persona que lo único que ha hecho es comprar un coche defectuoso.
Ojo con este concesionario Tayre, es lo que quiero advertir a todo el mundo, y con la marca Jeep que ya no es lo que era.
Ahora estoy condenada a quedarme con este coche, y rezar que esta vez lo hayan arreglado de verdad, no como las cuatro anteriores, o gastarme un dineral y pasarme cuatro de años de abogados llevándoles a juicio.
Lamentable, señores de Tayre y de Jeep, no son formas de tratar a sus clientes.
Si alguien tiene alguna idea de cómo defenderse de esta gente, soy toda oídos….
Maria